El orgullo de cantarle a las flores, al viento y sobrepasar el ruido de el agua y las piedras que estuve tanto tiempo de la mano y arrancandole la voz de la garganta solo para mi... pero no el orgullo de haber pasado tanto tiempo sin conocer lo mas escencial de mi persona..
Nunca me di cuenta que siempre fui yo sola en la calle, yo y en mis bolsillos unos pocos caramelos que no me salvan de nada, yo sola desvestida en la cama y mi poco aliento, yo sola con caricias de un extraño en mis mejillas y pelo
Y de repente sentirme tan desprotegida al sacarme el pañuelo de los ojos que me impedia ver.. ver que esta vez el extraño era yo.
Y cuando me doy vuelta para repetir lo que no escuchaste siento en mi lengua el sabor agridulce de lo bueno y lo triste, pero no es complicado.
Pouly